Las aulas de aceleración y nivelación escolar, Luz y Vida, fueron creadas a comienzos de los años noventa, específicamente para niños de la calle. Luz y Vida continua hoy en día con el programa de Educación Continuada. En este programa, los alumnos que asisten a escuelas de educación básica formal de la comunidad, reciben refuerzo escolar, tutorías, apoyo de mentores y discipulado espiritual a través del personal de Formando Vidas.  Formando Vidas paga sus matrículas y pensiones mensuales por medio de patrocinios y donaciones. Muchos de los estudiantes que han asistido a Luz y Vida, se han graduado de bachillerato y han sido los primeros en hacerlo en sus familias, algunos han sido los primeros en terminar la primaria.